En los últimos años, el calentamiento global ha propiciado la expansión del Dengue, una enfermedad transmitida por la picadura del mosquito Aedes aegypti, hacia la región central de Argentina, especialmente en Buenos Aires.
Durante la temporada 2023-2024, la región experimentó un aumento exponencial de casos, lo que llevó a las autoridades sanitarias a investigar más a fondo las posibles causas detrás de este brote. A través de diversos estudios, el Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET) determinó que, debido a una mutación, la especie de mosquito transmisor ha desarrollado resistencia a los piretroides, un principio activo insecticida ampliamente utilizado en tratamientos espaciales para el control de su población.
Ante este escenario, INOQUA propone una adaptación en sus estrategias de control, asegurando una rotación adecuada de los principios activos de insecticidas, para lograr un control más eficiente de la población de mosquitos.
Es fundamental incluir organofosforados en la rotación de principios activos, además de utilizar reguladores de crecimiento. También es crucial no perder de vista las prácticas de manejo cultural preventivo, como el descacharrizado (eliminación de fuentes de agua estancada), el uso de repelentes y la vacunación. «Si el control se basa solo en un tipo de insecticida, su aplicación repetitiva va a generar resistencia y en unos años si no hacemos un manejo integrado del vector, vamos a estar otra vez en la misma situación», explica Laura Harburguer, directora del estudio e investigadora del CONICET.
Todas las acciones deben llevarse a cabo de manera conjunta y coordinada, idealmente anticipándose a los picos poblacionales de la plaga y durante las épocas más críticas.
Es importante recordar que el mosquito Aedes aegypti también es transmisor de otras enfermedades, como el virus del Nilo Occidental, el Zika, la Chikungunya y la Encefalitis Equina del Este.
Por lo tanto, cualquier estrategia dirigida a controlar la población de mosquitos reduce significativamente las probabilidades de contraer estas enfermedades, promoviendo un ambiente más saludable.